viernes, 27 de agosto de 2010

miércoles, 4 de agosto de 2010

Te admiro Paloma


Te admiro Paloma

No sé qué pensar de las personas cuando dicen que es una tristeza tener una hija con síndrome de Down y ciega; aunque al principio fue tremendo asimilarlo porque desconocía todo lo referente al síndrome estoy bien ya. Que a veces me asaltan los miedos a futuro, basta con mirarla tan feliz para regresar al momento y disfrutarlo.

Cuando Paloma tenía 2 años, me encontré a una señora también mamá de un hijo con síndrome de Down, me dijo ¡Que coraje con Dios! Te mando una hija con discapacidad intelectual y aparte ciega, ella estaba llorando, yo solo conteste que estoy contenta de tener a mi hija con vida que es lo más importante. Han pasado 9 años y sigo aprendiendo con mi pequeña, que es tan feliz con las cosas más insignificantes de la vida.

Mi estrella llama la atención en chicos y grandes, es interesante verla desplazarse con sus manitas al frente. Cuando empezó a caminar a los 3 años se golpeaba mucho y yo sentía un hueco en el estomago cada que se golpeaba y quería ir a levantarla y sobarle en el golpe; pero mi esposo me decía ¡Déjala! Se va a caer y golpear muchas veces aprenderá a levantarse, eso me enseño que caer está permitido, levantarse es obligatorio.

A veces me dicen al mirar a Paloma, es que siento no se que de verla, tristeza, lastima; yo siempre contesto que yo no siento nada de eso, solo mucho amor y una tremenda admiración por ser tan maravillosa y una inmensa alegría de ser su madre, me encanta su voz, su sonrisa ¡Sus ganas de vivir!

En realidad no creo que se sienta tristeza o lastima por alguien como Paloma…