sábado, 4 de diciembre de 2010

un cuentito...


Un cuentito
Había una vez un roble fuerte y frondoso con bastantes ramas, daba una sombra exquisita; pero en el fondo estaba triste, no le había ido bien en el amor, solo vivía por vivir.
Hasta que conoció la más reluciente estrella, ella con su bella sonrisa lo cautivo, con sus detalles, su amor al cual no se resistió y le pidió que formaran una familia.
El roble vivía siempre muy mimado por la estrella, solo tenía atenciones para él. Pero hacia falta el bullicio de los niños y decidieron tenerlos.
Llego a sus vidas un sol hermoso y radiante, le gustaba mucho estar con el roble, se llevaban tan bien que a la estrellita le daba un poco de celos, los escuchaba platicar y reír. Pidió con mucha fe otro bebe, que le gustara estar con ella que la amara tanto como el sol al roble.
El roble se resistió a la llegada de otro ser, mas la estrella vivía ansiosa por su llegada.
Cierto día el roble le dijo que no tentaran a la suerte pues Dios ya les había mandado una hija fuerte y sana; la estrellita no entendía y a su bebe quería, muy enérgico pregunto el ¿Cuidarías a un hijo con discapacidad intelectual?
¡Claro que sí! Pregunto despues
¿Y también ciega?
¡No! Eso es mucho…
Pasaron los años, de aquella conversación ya no se acordaba y un día de enero llego una hermosa y frágil paloma, el paquete decía “entrega especial”
Traía complicaciones en su pequeño corazón a cuidados intensivos ingreso, sus papis muy preocupados se encontraban mientras el sol a su hermana esperaba.
Muchas sorpresas con la llegada de la palomita, el doctor dijo que es especial, que requiere ayuda para desarrollarse y sobre todo mucho amor.
La estrella muy triste quería sacar a su hija adelante, dependía de ella el que avanzara, así lo hizo, tuvo sus etapas de duelo, de las cuales poco a poco ha salido airosa…
La dulce paloma fue creciendo poco poco, llamando siempre la atención, muchas personas fueron a conocerla y llevarle regalos.
Pasaron los meses… llego la fecha para operarla ¡Pobre estrella! Cuanta angustia sufrió, pero todo salió a la perfección.
Ahora a concentrarnos a sus ojos, que le notamos algo, no seguía los objetos, le practicaron varios estudios en tres lugares diferentes coincidieron que su problema de visión no tiene cura… ¡Cuánto sufrió la estrella! Su roble trato de consolarla muchas veces diciéndole que es mejor que no vea este mundo horrible. Paso días llorando con profunda tristeza, preguntando a Dios ¿Por qué? Miraba a su palomita y con su tierno mirar le gritaba ¡Mírame! Con sus delicadas manos tocaba su rostro, estrella estaba tan triste que no vio lo que hacia la palomita.
El sol ama y cuida a su hermana con responsabilidad. El roble floreció, su follaje es verde y se respira esperanza; muchas veces acudió la estrella a refugiarse en sus días de tristeza él la consoló y la contuvo en sus días de crisis, arropándola en sus brazos
Es una familia feliz, un roble frondoso y verde follaje, una estrella y feliz madre de un sol que brilla bastante y una pequeña paloma que ilumina el hogar, que nos enseña a amar sin condición.

3 comentarios:

  1. Bello cuento que, como metáfora, nos enseña que el amor no tiene condiciones especiales para ser amor. La familia es el pilar fundamental en la vida de todos.En ella, nuestras raíces y frutos se elvan a la inmensidad de la vida.

    Te envió un besote Eva. Un abrazo a mi dulce Paloma a quien, algún día, le enviaré un poema.

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  2. Gracias Mariela ! Asi es la familia es la base fundamental de la sociedad, pues en ella se aprenden los valores para llevar una vida plena.
    El amor no tiene condicion. Ya me llego ese beso y abrazo, y mil gracias por tu bello poema!

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  3. Pasaba a saludarlas y a dejarles besos y abrazos por este Año que ha iniciado. Con mucho cariño para Paloma y Eva.

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